viernes, 23 de marzo de 2007

RIO DE LA PLATA

Diario NUEVA PROVINCIA

ALERTA AMBIENTAL El Río de la Plata, entre los tres más castigados del mundo
La organización ecológica internacional WWF confeccionó una lista de los diez cursos de agua en mayor situación de riesgo. El ránking lo encabeza el asiático Salween y, entre otros, también aparecen el Danubio, el Ganges y el Nilo.

LONDRES (Télam) -- El Río de la Plata se encuentra en el tercer lugar de los principales ríos del mundo en peligro, según el informe anual del grupo ambientalista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés).
La WWF indica que "la crisis ribereña iguala en importancia y peligrosidad a los efectos del cambio climático" y destaca que algunos están llegando a su punto crítico por las represas, el tráfico, la polución y el cambio climático. La lista de estos ríos, según publicó la agencia de noticias Ansa al citar el informe, son: Salween, Danubio, Río de La Plata, Río Grande, Ganges, Indus, Nilo, Murray-Darling, Mekong y Yangtze.
Cinco de esos ríos en crisis están en Asia, uno en Europa, uno en Norteamérica, uno en Sudamérica y dos en Africa. Para el grupo ambientalista, el problema de los ríos en crisis debería ser considerado por los gobiernos del mundo como un tema de seguridad nacional. David Tickner, a cargo del programa de agua de la WWF, dijo que "el mundo está enfrentando una crisis masiva por el agua, que tiene el potencial de ser tan devastador como el cambio climático". "Los empresarios y gobernantes deben reconocer que el cambio climático no es la única prioridad urgente en materia medioambiental que debe resolverse", agregó. La WWF estableció el estado de peligrosidad de los ríos utilizando varios reportes internacionales como el Millennium Ecosystem Assessment. Entre las principales causas de la crisis de esos cursos de agua se encuentran la construcción masiva de represas, la extracción exagerada para agua potable, los efectos de la industria y la agricultura, la polución, el cambio climático y la navegación en exceso.
El medio ambiente y las protestas populares
BUENOS AIRES (Télam) -- "La aparición de masivas manifestaciones populares que ubican al medio ambiente como eje de su discurso y de su reivindicación es un dato novedoso que revela la existencia de una subjetividad diferente, y como tal hay que registrarlo", apunta Sergio Federovisky sobre El medio ambiente no le importa a nadie , libro recién publicado por Planeta. El plebiscito realizado en Esquel (Chubut) en 2003, que interrumpió el proyecto de una mina de oro en el lugar; la resistencia de los vecinos de Gualeguaychú ante la radicación de una pastera y la actitud de vecinos del porteño barrio de Caballito en contra de la construcción de torres son casos que comienzan a mostrar cambios. "El volumen que implica cada uno de estos hechos revela que es muy discutible la idea de que la permanencia en el tiempo de los problemas ambientales se debe a la falta de conciencia. "También se demuele la vieja muletilla de que el tema es la prioridad número cien, porque la gente primero quiere resolver sus cuestiones más básicas. En realidad es una coartada largamente utilizada para que los gobiernos no se ocupen del problema. "Lo novedoso es que no necesriamente se va en contra de una empresa, porque la gente ubica al Estado como el verdadero responsable", indica el autor. "En el caso de Esquel, la gente reaccionó frente a la posibilidad de la contaminación y no puso el acento en lo económico. Un criterio desarrollista bastante básico que prevaleció durante la década del 50, 60, y entrados los 70, decía que la contaminación era un subproducto indeseable pero obligatoriamente aceptado de la industrialización". Para Federovisky, Gualeguaychú es un reflejo de esa forma de pensar. "La gente del lugar dice: `no me importa que me garanticen que Botnia va a largar agua bendita al río. Prefiero evitar la promesa del progreso con tal de no tener que correr ese riesgo'. De manera instintiva la clase política siempre piensa que hay un margen para negociar y el desafío que le impone la gente de Gualeguaychú es que no se trata de algo negociable". Federovisky anticipa que se abre una gran discusión sobre qué papel adoptará la Justicia en la cuestión ambiental, habida cuenta que no hay demasiado registro, más que teórico, de la incorporación del concepto de derecho precautorio. "Al derecho precautorio todo el mundo lo invoca como la quintaesencia de lo ambiental. Una actividad debe cesar si se sospecha que pueda causar algún daño, cuando en la práctica esa mirada legal nunca se aplicó".

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