miércoles, 28 de marzo de 2007

MAS SOBRE LOS DERRUMBES

Diario CLARIN

INSEGURIDAD EN OBRAS : UNA MEDIANERA Y PARTE DE UNA CASA SE DESPLOMARON EN CABALLITO Otro derrumbe por la lluvia: es el cuarto en lo que va de marzo
Todos fueron en casas que estaban junto a excavaciones de obras. Esta vez hubo tres hospitalizados. La Comuna había inspeccionado el lunes el lugar, detectado deficiencias e intimado al arquitecto.
Daniel Gutman
dgutman@clarin.com

El derrumbe de parte de una casa, ocurrido ayer en Caballito, fue el punto crítico de una seguidilla complicada: en las últimas tres semanas hubo al menos cuatro desmoronamientos de edificios ocurridos durante lluvias y tormentas, por problemas en obras en construcción linderas. Los accidentes se dieron en medio de la polémica por el boom de la edificación en la Ciudad y despertaron preocupación en los vecinos.Sin dudas, el caso de ayer, en Pedro Goyena 1654, esquina Thorne, fue el más espectacular. A las 6.20 de la madrugada los vecinos se levantaron por una explosión. ¿Qué pasó? Junto a una vivienda estaban construyendo un edificio de 11 pisos, y por eso había un pozo de siete metros. El agua socavó el fondo de tierra, y parte de la casa vecina se desmoronó porque no estaba bien apuntalada por la construcción. La casa quedó abierta: durante todo el día, los curiosos pudieron ver un cuarto con la pared pintada de rosa, una escalera, un par de cuadros, un Cristo, una vieja cómoda y la cama matrimonial, que quedó, literalmente, al borde del abismo.De entre los escombros fueron retirados dos heridos: el sereno de la obra, con una pierna fracturada (internado en el Hospital Durand), y Carlos Vannoni, de 50 años, el padre de la familia de la casa desmoronada, que sufrió politraumatismos y hasta anoche seguía internado en la clínica Santa Isabel, por precaución. La madre, Ana Rodríguez (40) sufrió un shock y fue llevada a, Piñero. A las dos hijas no les pasó nada.
El primer antecedente se dio el 6 de marzo, cuando cayeron el patio y la cocina de una casa en Castro Barros al 1.600, Boedo, por los movimientos de suelo en una construcción vecina.Los otros dos derrumbes ocurrieron el lunes. El primero, en Dorrego 1653. Allí se cayó parte del pasillo, lo que dejó aislados a los habitantes. Del otro lado de la medianera hay una obra en construcción. El otro fue una medianera que se vino abajo: también estaba junto a una obra, en Juan B. Justo al 2300, Villa Crespo. Por estos dos derrumbes, el Gobierno intimó a los arquitectos responsables y podría quitarles la matrícula por dos a cuatro años.El Ministerio de Gobierno porteño informó: "Hace diez días, por una denuncia de la vecina de la casa derrumbada, se había hecho una inspección, pero no habíamos encontrado riesgos. De todas formas, planificamos otra inspección para ayer (por el lunes) y sí encontramos que las tareas no coincidían con lo aprobado en los planos, y que había deficiencias de seguridad. Por eso paralizamos la obra, y les exigimos que mejoraran las condiciones de seguridad. Fue intimado el profesional responsable, arquitecto Roberto Alegre". La Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro, encargada de controlar las construcciones, tiene unos 60 inspectores.En la empresa constructora, Credil S.R.L. (de La Plata), se defendieron. Luciano Testoni, gerente administrativo, le dijo a Clarín: "Nos tendremos que atener al resultado de las pericias. Pero quiero recalcar que hace una semana fueron dos ingenieros del Gobierno y no encontraron problemas. ¿Si vamos a indemnizar a la familia? Cumpliremos con las obligaciones que correspondan".Ahora, ¿por qué se vino abajo la casa? "La tarea de los arquitectos e ingenieros es luchar contra la ley de gravedad, que las cosas no se caigan. Sin conocer los detalles, es evidente que hubo fallas técnicas", le explicó a Clarín un conocido arquitecto, que prefirió no dar su nombre.El derrumbe despertó críticas políticas a la Comuna. Marcelo Meis, de Recrear y presidente de la comisión de Vivienda de la Legislatura, opinó: "Es claro que la responsabilidad recae sobre el director de la obra, pero también es cierto que si el Gobierno detectó las deficiencias debió haber clausurado, porque pudo haber ocurrido una tragedia".
En tanto, Alvaro González, macrista y titular de la comisión de Planeamiento Urbano, citó a las autoridades del Ejecutivo para que el martes den explicaciones sobre el tema.Federico Peña, subsecretario de Control Comunal, respondió: "A la obra la paralizamos. Conviene más que clausurarla, porque les exigimos a los constructores que corrigieran los problemas de seguridad". El funcionario agregó que en los últimos tres meses sancionó a unos 60 arquitectos e ingenieros. A nueve les quitaron la matrícula temporalmente.
También dijeron lo suyo los vecinos de Caballito que se oponen a la construcción indiscriminada en su barrio. "Los derrumbes no son casualidad. El Gobierno debe suspender todas las obras hasta verificar si cumplen la normativa vigente", aseguraron Osvaldo Sidoli y Alejandra Butti, los abogados que los representan.

No hay comentarios.: