martes, 13 de marzo de 2007

BUENOS AIRES: DISCUSION DEL PLAN URBANO AMBIENTAL

NOTICIAS URBANAS

UNA LEY DIFICIL
Es mucho más que un plan, es una fábulaEgo, intereses, discusiones y enfrentamientos. Esto y mucho más viene en combo con la novela del tratamiento del Plan Urbano Ambiental en la Legislatura porteña. Un verdadero Laberinto de Pasiones, con setenta balcones y ninguna flor
Así como en la televisión todo se divide en “antes y después del Mundial de fútbol”. En la Legislatura porteña, las cosas comienzan a dividirse en “antes y después de las elecciones a Jefe de Gobierno”, los proyectos presentados son observados con ese punto de vista y, aunque no hay sello que se le ponga en ese sentido, todos lo saben, y casi ninguno lo niega. Tomar decisiones trascendentales para la Ciudad en un período como este puede potenciar en sentido positivo o negativo las posiciones del electorado de manera irreversible, entonces, parece ser preferible, mantener a los votantes anestesiados y no provocar grandes cambios, sino sólo plantearlos en discursos enérgicos y llenos de mágicas promesas.El Plan Urbano Ambiental es un instrumento demorado que tiene como principal meta trazar el perfil de desarrollo de la Ciudad, planificando obras públicas y promoviendo la inversión privada, es una de esas leyes que la Ciudad necesita de manera urgente para poder tener decisión firme y consensuada sobre muchísimos temas polémicos: construcción, espacio público, medio ambiente, etc. Este Plan daría la contención con la cual, seguramente, se habría podido evitar la situación registrada en las zonas de mayor polémica por las edificaciones, pero como es época de elecciones entró en la categoría “después de”.Sin embargo, su tratamiento corre por mejores vías que sus predecesores y es que con el correr de los años las ideas parecen haberse afilado un poco más. Ahora, los vecinos, los expertos y los legisladores deberán analizar y discutir el proyecto de Plan, a fin de prevenir conflictos. Es que a mediados de febrero, el Consejo de Planeamiento Urbano Ambiental (COPUA), a través del Poder Ejecutivo envió para su tratamiento el nuevo plan a la Legislatura.“Creo que las demoras en el tratamiento de los temas importantes para los vecinos se da por haber atendido más a los intereses de grupos de opinión –muchos de ellos agrupados en ONG’s y corporaciones profesionales- que a la propia percepción de los habitantes sobre la Ciudad real que viven y que quieren transformar para hacerla más habitable, más amigable”, asegura el presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano en la Legislatura, Álvaro González.Sin embargo, en este caso, el legislador de Juntos por Buenos Aires recalca “la voluntad legislativa para el tratamiento de la ley”.
Parte de eso es el acuerdo al que se arribó junto con el presidente de la Comisión de ecología, Juan Manuel Velasco, para que se trate el proyecto de forma conjunta entre las comisiones.Consultados por NU, tanto el subsecretario de Planeamiento Urbano, Mario Sabugo, como uno de los consejeros legislativos en el COPUA Oscar González, coincidieron en que éste plan “es el que tiene más posibilidades de ser aprobado ya que nuclea los grandes lineamientos y no pormenoriza en los programas”. Ambos hacen foco en ello porque ese, entre otros, fue uno de los conflictos de las anteriores presentaciones. Por una cuestión de egos o por no dejar un cheque en blanco enorme al ejecutivo es que los legisladores no llegaban a un acuerdo y no aprobaron el plan anterior que tenía cerca de 300 programas previstos.La idea es aprobar el Plan Urbano Ambiental para luego comenzar con las modificaciones al Código de Planeamiento Urbano porque “no estaría resuelto el reclamo de los vecinos, ya que el Plan Urbano Ambiental no establece la altura de los edificios, sino que fijaría los criterios generales para revisar las normas de construcción. Lo que sí pondría límites a la altura de las nuevas construcciones en los barrios es una modificación al Código”, aseguró Oscar González.En ese sentido, Sabugo expresó: “Este es un plan más compacto. Es la médula, porque no podemos afrontar una reforma al planeamiento de la Ciudad, sin este Plan. Es el paso necesario para abordar la discusión legislativa”.Las críticas al plan “La discusión legislativa” es una buena expresión para lo que se va a dar, ya que, a pesar de las buenas voluntades, el documento del plan recibirá una serie de críticas y su implementación, muchísimas más. Habiéndolo leído ya varias veces, Álvaro González, remarcó: “En principio, en el diagnóstico del documento presentado por el Ejecutivo, por ejemplo, se hace referencia a la degradación de la zona sur y en particular al borde del Riachuelo -por su grado de contaminación- y un parque edilicio obsoleto en gran parte del sector productivo. Parece increíble que no puedan hacer la más mínima autocrítica respecto de las regulaciones que se le habían aplicado a la industria en la Ciudad a partir del Código de Planeamiento Urbano sancionado en 1977. Basta recorrer los barrios de la Boca o Barracas para intentar encontrar relación entre lo construido y sus usos y lo zonificado a partir de la aplicación de este CPU.
Manzanas enteras ocupadas con predios industriales y zonificados como residenciales generaron todo tipo de problemas. Al no poder ser utilizados para otra actividad, estos predios estuvieron o están abandonados y, en algunos casos emblemáticos como Bagley y Canale, sufriendo la transformación en viviendas tipo loft”.Asimismo, González expresó que “si bien se están encarando obras de ampliación de las líneas de subterráneos, las playas de estacionamiento conocidas como ‘playas de disuasión’ ubicadas en las cabeceras de las líneas y próximas a la periferia, no han sido ejecutadas entrando en contradicción con la propuesta de desalentar el tránsito hacia el área central de la Ciudad”.Y por último, a modo de ejemplo de lo que se vendrá, remarcó que entre las obras de mejoramiento de la conectividad de la Ciudad “es patético el atraso que se puede observar en el Corredor Verde del Oeste”. Laberinto de PasionesPara acelerar los trámites legislativos y desasnar a los que todavía no conocen de qué va el Plan Urbano Ambiental las comisiones de Planeamiento Urbano y de Ecología ha establecido una serie de reuniones para discutir el documento que mandó el Poder Ejecutivo a la Legislatura porteña.La discusión comenzará el martes 13 de marzo, a las 11, con la presencia del ministro de Obras Públicas, Juan Pablo Schiavi; el arquitecto Mario Sabugo, subsecretario de Planeamiento y miembros del Consejo de Planeamiento Urbano Ambiental (COPUA).El martes 20, participarán de la reunión comisión asesores del COPUA. El martes 27 será el turno de los subsecretarios del poder Ejecutivo que participan del COPUA, quienes explicarán los efectos que el plan tiene en sus áreas y cómo se trabajará. Por último, participarán de la discusión las organizaciones no gubernamentales ambientalistas.Una vez finalizada la ronda de reuniones, las comisiones presididas por Álvaro González y Juan Manuel Velasco podrán terminar de limar el proyecto que finalmente llegará al recinto para dar la primera lectura, someterlo a Audiencia Pública (de ser aprobado en esa instancia) y pasar a la segunda lectura final.Quienes intervienen en este laberinto de pasiones tienen fe en que esta discusión “paso a paso” evitará que las demás comisiones pidan giros del proyecto para analizarlo y demoren aún más el Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires. En 2001, el plan pasó por las manos, entre otras, de las comisiones de Planeamiento Urbano, de Ecología, de Protección y Uso del Espacio Público y de Desarrollo Económico, Mercosur y Políticas de Empleo de la Legislatura.
Qué cazzo es el Plan El Plan Urbano Ambiental debe tender a que todos los habitantes de la ciudad tengan acceso a disponer de aire, agua y alimentos, química y bacteriológicamente seguros, a circular y habitar en áreas libres de residuos, de contaminación visual y sonora, y ambientalmente sanas, y al uso y goce de espacios verdes y abiertos, preservando el patrimonio cultural, arquitectónico y ambiental.La Constitución de la Ciudad establece pautas claras al respecto. En su artículo 29 dice que la Ciudad debe definir un Plan Urbano Ambiental elaborado con la participación transdisciplinaria de las entidades académicas, profesionales y comunitarias. Mientras que en el artículo 30 se establece la obligatoriedad de la evaluación previa del impacto ambiental de todo emprendimiento público o privado susceptible de relevante efecto y su discusión en audiencia pública. El Plan Urbano Ambiental debe propiciar un “desarrollo sostenible” de la ciudad, entendiendo como tal a “aquel que integra la transformación urbanística, el crecimiento económico, la equidad social, la preservación de la diversidad cultural y el uso racional de los recursos ambientales, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la población y minimizar la degradación o destrucción de su propia base ecológica de producción y habitabilidad, sin poner en riesgo la satisfacción de las futuras generaciones”. Es decir, deberá contribuir a la constitución de un proyecto de ciudad compartido y sustentable en el largo plazo.Tener un marco normativo claro le permitirá tanto al vecino común como al empresario o al político saber que es lo que se puede y lo que no se puede hacer en la Ciudad. Le permitirá al ciudadano reclamar, con fundamento legal, cuando se intenten montar negocios que sirvan a unos pocos perjudicando a muchos.

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