lunes, 6 de agosto de 2007

VECINOS SE MOVILIZAN

Diario PERSPECTIVA SUR
Ante la posible construcción de un barrio cerrado
Vecinos de la ex Rhodia temen perder el pulmón verde en pleno centro
Aseguran que ya se escucha el roncar de las motosierras. Que los troncos comienzan a apilarse para hacer espacio para la construcción de bonitos chalets. Las voces que lamentan haber perdido el sueño de un parque público, se elevan con tristeza.
Son seis hectáreas de bosque a escasas cuadras del microcentro, que desde hace años vienen siendo amenazadas por el crecimiento urbano. Una vez más surge el temor de los vecinos de los alrededores, que temen perder el último pulmón verde de Quilmes Este, al tiempo que aseguran que ya comenzaron a cortar árboles.Hace pocos días una cuadrilla de obreros comenzó a derribar parte del viejo paredón de la calle Dorrego, en la intersección con la calle Paz. Un enorme portón de chapa fue colocado en la traza misma de la calle, generando la expectativa por la futura apertura de esa calle.Los rumores de la próxima construcción de un barrio privado en esas seis hectáreas vienen rodando desde hace semanas. La colocación del portón, generó el comentario generalizado en los vecinos. Uno de ellos, Eduardo Garófalo, señaló su preocupación en un mail que remitió a la Redacción: Hoy, detrás del incesante rugir de las motosierras, vemos morir ese viejo y utópico sueño del parque público . Detrás de nuestro paredón, en el gigantesco predio de la ex Rhodia, se amontonan troncos de viejos árboles, se hace espacio para los futuros chalet y se plantan pinos a modo de cerco perimetral de lo que próximamente será un barrio cerrado de lujo . El último espacio abierto y arbolado de Quilmes lo disfrutarán unos pocos millonarios. Se dibuja una triste sonrisa en algunos vecinos, festejando habernos salvado de la invasión de torres y suponiendo que la nueva vecindad aumentará la cotización de sus propiedades.
PARA NO LLORAR SOBRE LO YA PERDIDO
La semana pasada se leía en un medio local, que el supermercado que funciona en nuestra plaza se habría aprobado con 2500 m. de superficie destinados a uso público, de los que nadie ha sabido nada.Tal vez dentro de 10 años, se lea que el porcentaje de estas más de 6 hectáreas destinadas a uso público, lo ocupa una suntuosa residencia.Digo esto con la esperanza de movilizar a quienes entienden en reglamentaciones urbanas para que en un futuro no haya necesidad de reclamar lo ya perdido .Garófalo señaló: Ya mucho antes de la invasión indiscriminada de edificios se evidenciaba en la ciudad un gran desorden urbano, impulsado por la especulación inmobiliaria, un Colegio de Arquitectos y funcionarios que jamás midieron la arquitectura en términos humanos, como debía haber sido, si no, solamente en metros cuadrados y pesos/m . Lógicamente en este contexto la necesidad de espacios verdes y para el esparcimiento nunca fue tenida en cuenta y hoy, su falta, es más notable que nunca.
HACIENDO HISTORIA
En 1999 un grupo de vecinos que vimos con preocupación el deterioro de nuestro medio ambiente nos juntamos con intenciones de trabajar en función de estos aspectos. Nos unía un paredón frente a nuestras casas, que se pone caliente durante las elecciones y un sueño: que la última reserva verde de Quilmes (detrás del paredón) se convierta algún día en un espacio público donde los quilmeños puedan pisar pastito y caminar entre los árboles . Pero rápidamente fuimos desgastados por la interminable bicicleta municipal y posterior crisis en la que todos nos vimos envueltos. En el sálvese quien pueda nos disgregamos y cada uno hizo la suya , admitió con pesar. Los quilmeños, así como vimos desaparecer la plaza donde hoy luce un hipermercado, también vimos caer en el deterioro, y transformarse en más deterioro a íconos históricos y arquitectónicos como el viejo Pejerrey Club. Vimos desaparecer casonas hermosas y aflorar construcciones de hormigón que invaden despreocupados la privacidad de terceros .

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