lunes, 26 de marzo de 2007

TUCUMAN: OBRAS SIN CONTROL


Diario LA GACETA de Tucumán.-


TRAGICO DERRUMBE / INVESTIGACION
Aseguran que el Estado debe controlar las obras


Dos arquitectos de la Universidad de la Plata dijeron que el accidente mortal se produjo porque alguien no hizo lo que tenía que hacer. Los expertos enumeraron los pasos que se deben seguir antes de iniciar la construcción. Los permisos de Catastro. El personal. Todavía no hay imputados por la tragedia.
“Quien debe controlar cada obra es el Estado, a través de la Municipalidad, de alguna dirección de obras particulares o de la provincia, mediante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que tiene a su vez el control de Policía de la Superintendencia de Riesgo de Trabajo de la Nación. Estos organismos deben controlar las condiciones de seguridad, ya que tienen todas las facultades para hacer parar una obra en el caso de que no se cumpla con las condiciones de seguridad”, destacó el arquitecto Andrés Fiandrino, coordinador del área de Higiene y Seguridad de la Universidad de La Plata.“El problema es que a menudo los organismos que deben controlar no cuentan con los profesionales calificados para realizar dicha tarea. Por eso es que, al igual que una empresa constructora debe pedir asesoramiento profesional en algún tema específico, como la inestabilidad del suelo, por ejemplo, también debería hacerlo el organismo público”, propuso el arquitecto Santiago Pérez. Fiandrino y Pérez, docentes de la UBA, iniciaron el miércoles un curso de capacitación sobre la Seguridad en la Construcción, en el Museo de la UNT. “En la Argentina no existe concientización ni hábito, ni se enseña que la prevención y la seguridad no generan costos en una obra. Todo lo contrario. Es mucho más barato implementar una medida preventiva que pagar un accidente. De costos, la prevención apenas ocupa el 1% del presupuesto”, explicó Fiandrino.Sobre el caso del accidente que se produjo en General Paz 964, los profesionales coinciden: “hubo un desequilibrio en el sistema productivo, cuyo responsable no fue una sola persona ni una empresa, ni un profesional, ni el director de la obra, ni el promotor o comitente, que es el que la paga. Cuando hay un desequilibrio, significa que alguien no hizo lo que tenía que hacer y que faltaron controles”. “La obra es una sumatoria de problemas que el profesional debe saber resolver. Si cava demasiado, puede comprometer toda el área. Debe saber qué hacer en cada caso, y las consecuencias que ello trae; debe asumir las responsabilidades que le generan su profesión y su título universitario”, advirtió. El experto admitió que antes de comenzar cualquier obra de construcción se debe realizar estudio de suelo, analizar el estado de las viviendas colindantes y ver la ubicación de las napas, entre otros datos. “Cada obra tiene una dinámica propia y debe ser analizada día a día, porque cuando se hace la programación de una obra, el primer día ya está desactualizada, porque pudo haber llovido; pudieron haber estado altas las napas; es decir, las condiciones físicas tienen incidencia directa sobre la obra”, explicó. “Una grieta debe ser analizada. El profesional debe estar en condiciones de reconocer esos indicios; evaluar su gravedad; poder prever y tomar decisiones, aunque impliquen pérdidas económicas, para evitar males mayores”, finalizó Pérez.Según explicó el especialista en suelos Carlos Lazarte, toda la ciudad tiene zonas de napas freáticas, con niveles variados. En la obra donde ocurrió el derrumbe, los obreros sobrevivientes dijeron que trabajaban con el agua hasta la cintura. “Para construir 14 pisos en un terreno angosto, hay que tomar recaudos excepcionales en el diseño de sus cimientos”, analizó. “Si en General Paz al 900 hubiera problemas de suelo, se habría caído el Instituto Técnico -aclaró-. Los proyectos de las fundaciones varían según las dimensiones del edificio a construir”. Lazarte mencionó que un edificio en altura casi siempre afecta las casas que tiene al lado. “En muchos casos la empresa compra las casas de la par, para trabajar con tranquilidad -dijo-. Es variado el espectro de situaciones. Se está densificando tanto el centro de la ciudad con edificios altos, que es una pena. El código limita las dimensiones; pero el afán por los negocios a menudo lleva a hacer cosas poco aconsejables”. Con respecto a la legitimidad de un estudio de suelos, que es requisito para obtener el permiso de construcción, la Dirección de Catastro municipal verifica si lo hizo un profesional habilitado, pero no corrobora si es real. Tampoco tiene competencia en normas de seguridad e higiene. “Los controles de seguridad se hacen, pero no los hacemos nosotros. Lo que había que hacer de parte de Catastro, se hizo bien. La medición de suelo y su legitimidad son responsabilidad exclusiva de la empresa y del profesional actuante -aclaró Eduardo Cárdenas, titular del área-. No evaluamos el contenido del estudio de suelos. Si copiaron otro estudio, es imposible de detectar. No se puede pretender que un organismo oficial verifique una cuestión tan compleja como esta”.


Comenzaron a llegar los informes a la Justicia


La próxima semana será clave en la investigación del trágico derrumbe que costó la vida de tres obreros. La fiscal Adriana Giannoni (secretaría de Norma Díaz Volachec) realizará una serie de medidas para establecer por qué motivo se produjo el accidente.Si bien es cierto que a la Justicia ya llegó un informe realizado por personal de Defensa Civil y por la Dirección de Catastro, la fiscal decidió pedir más detalles técnicos. El miércoles, a las 10, un grupo de por lo menos 15 trabajadores se encontraba haciendo tareas de excavación en el predio de una obra en General Paz al 900. De pronto, una pared medianera de unos 15 metros de largo de una vivienda vecina, cayó sobre los operarios. Adrián Díaz, Javier Rojas y Claudio Neme no pudieron escapar y murieron aplastados. El jueves declararon el dueño de la empresa, Leonardo Elgart, y Horacio Bevilaqua, el ingeniero que diseñó el proyecto y que dirigía la obra. Ambos podrían ser imputados por el delito de estrago. En la edición de ayer se informó erróneamente que ya habían sido acusados de ese delito. Durante el fin de semana, la fiscal Giannoni y sus colaboradores se dedicarán a analizar detenidamente los informes que recibieron. Desde el lunes, comenzarán a enviar oficios para que especialistas informen si la empresa desarrollaba las labores correctamente. También comenzarán a ser citados a declarar los sobrevivientes de la tragedia y los familiares de las víctimas, quienes podrían asumir el rol de querellantes. Los vecinos que perdieron sus casas en el derrumbe fueron alojados en viviendas cedidas por la empresa, y presuntamente no demandarían a la firma.


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