sábado, 29 de diciembre de 2007

ANTENA

IMPULSO BAIRES
Impiden instalar una antena telefónica en Cañuelas por peligro de contaminación

La Plata - La Cámara Federal de La Plata rechazó un reclamo de la empresa Telecom para instalar una antena de comunicaciones en un barrio de la localidad bonaerense de Cañuelas, ante la posible generación de contaminación y porque en sus cercanías funciona un jardín de infantes.
Así lo resolvió la Sala III del Tribunal al confirmar un fallo de primera minstancia de la justicia federal de Lomas de Zamora que había hecho lugar a una mmedida cautelar presentado por un grupo de vecinos del barrio Rucanay y prohibido a la empresa Telecom instalar la antena. "Todo daño a la salud o al medio ambiente debe ser evitado o minimizado a través de medidas de carácter preventivo", indicó el fallo. Asimismo, indicaron "la realización de ciertas actividades o empleo de determinadas tecnologías cuyas consecuencias hacia las personas o medio ambiente msean inciertas, pero potencialmente graves, deben ser restringidas hasta que dicha incertidumbre sea resuelta en su mayor parte". Según el amparo presentado por los vecinos del barrio, la instalación de la antena traería consecuencias nocivas para la salud, impactaría visualmente y les provocaría una pérdida en el valor de sus propiedades.A demás, alegaron que el lugar indicado para su instalación se encuentra a escasos 110 metros de un jardín de infantes. Pese a que Telecom desestimó los temores de una posible contaminación, los mcamaristas consideraron que "en materia ambiental lo más razonable y beneficioso mes prevenir antes que recomponer o reparar el posible daño a la salud o el medio ambiente". El fallo recordó que la resolución 900/05 de la Secretaría de Política Ambiental bonaerense la cual establece que "los efectos de las radiaciones electromagnéticas no ionizantes han sido estudiadas y requieren un adecuado tratamiento a nivel provincial". En esa resolución se indicó que es "responsabilidad del Estado proteger a los ciudadanos mediante medidas preventivas contra los posibles efectos nocivos para la salud". Además, alegaron que la Ley provincial 25.675 reza: "cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente". El fallo fue firmado por los jueces Carlos Nogueira, Antonio Pacilio y Carlos Vallefín.

EMPRESAS CONTAMINANTES

Diario INFOREGION
Clausuraron dos empresas por contaminación
La medida fue dispuesta por la Secretaría de Control y Fiscalización Ambiental del distrito y rige para las empresas Inobreca S.A. y Latin Chemical Suppleirs S.A. Ninguna de las compañías cuenta con las medidas necesarias para el tratamiento de sus productos que son perjudiciales para el medio ambiente. La medida se prolongará hasta que las empresas regularicen su situación.

La Secretaría de Control y Fiscalización Ambiental de Almirante Brown ordenó la clausura de dos empresas por considerarlas perjudiciales para el medio ambiente por contaminación. Las empresas afectadas son Inobreca y Latin Chemical Suppleirs.La empresa Inobreca situada en la calle Guatambú 1430 fue clausurada hoy de manera total y preventiva por no presentar las medidas de contención de la contaminación ambiental que ejerce al tratar con productos químicos. Es que la empresa no posee un mecanismo de contención del aceite que utilizan en sus labores. Además, posee un deficiente sistema de impermeabilización de tanques. Por su parte, la empresa Latin Chemical Suppleirs, esta ubicada en Tomas Guido 2445 se dedica al deposito, fracción y comercialización de químicos, pero fue clausurada por derrame de sustancias químicas utilizadas como insumo. Las medidas de clausura serán efectivas hasta que las empresas regularicen su situación.

PATRIMONIO


Diario PAGINA 12, suplemento M2


Un año donde todo cambió
El 2007 será el año en que el patrimonio pasó a la agenda política de la Ciudad y todo cambió. Hubo una ley por fin coherente y útil, amparos exitosos, fallos clarísimos y conceptos económicos nuevos que comenzaron a hacerse sentir.


Por Sergio Kiernan


Se termina un año para recordar en cuanto patrimonio edificado. Esto es porque finalmente se aprobó una ley que es un real comienzo para ordenar el tema, y porque esta ley es producto de algo tan simple como difícil de conseguir: que el tema se politice y pase a ser parte de la agenda, como la salud, la seguridad y el tránsito. Es que 2007 fue el año de la protesta callejera contra las torres y la piqueta, el año de los amparos para salvar edificios y el año en que la Legislatura votó una ley con los vecinos de la ciudad mirando de cerca. En fin, el tema patrimonial salió de las publicaciones especializadas y la desesperanza para ser un tema más de política.
El proceso fue explosivo. En la primera mitad del año aparecían síntomas aquí y allá, como los lectores que mandaban fotos y denuncias de demoliciones indeseadas y hasta de aprietes absurdos, como la constructora que denunció a vecinos por tirarle un tomate a su cartel de obra en una cuadra tranquila de Villa Pueyrredón donde se alzaba el primer edificio en altura. Los vecinos de Caballito ya estaban haciendo masa crítica y poniendo en el temario cosas como cotas de altura y FOTs, mientras que los del Bajo Belgrano combatían proyectos inmobiliarios en un terreno que fue de la embajada soviética.
Las alegrías eran bien pocas y uno se encontraba envidiando a La Plata, que mal que mal y de prepo mostraba la voluntad política de frenar las demoliciones y las torres. Lo bueno pasaba por proyectos privados, como la gloriosa restauración de las galerías Güemes, que le devolvió a la ciudad una obra maestra de Gianotti que había sido vandalizada para modernizarla y medio que olvidada bajo el gris del abandono. La restauración volvió a ponerla en el mapa, levantó el nivel de los comercios, atrajo a turistas asombrados y resultó una estupenda inversión, lección que demuestra la diferencia entre ser un vivo y ser inteligente.
Foto: Alejandro Leiva
Desde la política todo parecía perdido. La boba administración de Jorge Telerman seguía siendo tan blanda como siempre, sólo que ya no se molestaba en fingir que era progresista. Las chicas superpoderosas –la ministra de Cultura Silvia Fajre y su secretaría de Patrimonio, ahora reciclada en Cultura de la Nación, Nani Arias Incollá– sacaban libritos y seguían sin mover un dedo para salvar algún edificio, aunque sea pa’ cumplir. El Ministerio de Planeamiento seguía en mano de los cínicos de siempre, que uno ignora si dejan demoler todo por convicción ideológica o por simples peajes. El “cardenal” Santiago de Estrada, en ejercicio de la presidencia de la Legislatura, logró que la Iglesia hiciera un negocito terminando de demoler, esta vez legalmente, una casa en Membrillar 64 que hasta era parte del APH de Flores. Le costó, tanto que puso a su real referente político, el cardenal (de verdad) Jorge Bergoglio, a llamar a diputados para que aprobaran la ley tramposa, papelón que llevó el tema a la tapa de Página/12. Cuánto que le debe Bergoglio a este militante católico...
El patrimonio parecía destinado a sobrevivir sólo por accidente y en los libros que el Cedodal sigue editando con su emperramiento ejemplar, o en las magníficas fotos de los que publica Larivière. Y entonces llegó julio y pasó lo inesperado.
Resulta que fue entonces que una empresa justo anunció que iba a demoler lo que resultó la gota que rebalsa el vaso. El petit hotel de Callao 924, donde funcionó por añares una mutual, es un edificio muy bello, cargado de vitrales, chimeneas, boiseries y herrerías de primera agua. Pero no es ni más ni menos hermoso que otros petit hoteles que ya cayeron para ser reemplazados, en el mismo barrio y en otros, por edificios de cuarta categoría. Lo que pasó con éste fue que un grupo de vecinos tomó la calle para intentar salvarlo, con lo que disparó el fenómeno.
“Basta de demoler” era hasta entonces más una dirección de mail y una red de contactos que otra cosa. Nacida pocos meses antes a través de El Fantasma de Recoleta –seguramente el mejor periódico barrial de la ciudad–. El Fantasma cubría las demoliciones y sugirió que los que se oponían se juntaran. Para julio, Basta de Demoler estaba listo para presentar un amparo judicial y debutar en sociedad. Hasta le hicieron un velorio al edificio. Lograron que el dueño ofreciera un futuro espacio con las antigüedades reinstaladas, para uso libre de grupos como Basta de Demoler.
A este empate por puntos le siguió enseguida un triunfo resonante, que marca un antes y después. En agosto, Basta de Demoler presentó otro amparo, esta vez por el notable edificio francés de los Bemberg en Montevideo 1250, cuatro pisos con detalles de fachada ya únicos. El juez porteño Roberto Gallardo emitió un fallo ejemplar, que frenó la demolición. La diferencia era que Montevideo estaba en la lista de Edificios Representativos de la ciudad y días antes de que se expidiera el permiso de demolición había entrado en la legislatura un proyecto para catalogarlo en firme. Gallardo entendió que no se podía demoler porque destruir el edificio iba a impedir que los legisladores ejercieran el poder con el que están investidos.
Más importante aún, Gallardo –y luego la Cámara, en apelación– dejaron en claro algo seminal: que el patrimonio tiene un valor material concreto y real, que debe ser amparado. El edificio a demoler tiene un valor intrínseco que puede y debe ser protegido por la Justicia. No es una molestia en el camino a construir un edificio nuevo y, ése sí, valioso. Esto es de una importancia enorme porque nunca había sido dicho.
Por supuesto, el gobierno porteño hizo la pajaronada de apelar, antes incluso que la empresa constructora. Perdieron como in the war y luego tuvieron la lucidez de compensar el tropezón con un gesto inédito, el de desistir formalmente de volver a apelar. Queda en el aire la responsabilidad del genio burocrático que ni se molestó en averiguar si se podía dar el permiso de demolición. Ese personaje algún debería responder con sus bienes y haberes por el daño causado.
Otra situación
Este éxito y la claridad meridiana de los fallos judiciales cambiaron completamente el panorama. La comisión de Patrimonio de la legislatura generó de inmediato cuatro proyectos para contener la situación y crear una emergencia patrimonial que frenara estos papelones. Los cuatro proyectos se unificaron, pasaron por las comisiones que corresponde rumbo al piso y fueron modificados políticamente. El 22 de noviembre de este año se votó el procedimiento de Promoción Especial de Protección Patrimonial que, parcial y limitado en el tiempo como es, resulta la más amplia ley jamás aplicada en Buenos Aires en este tema. Básicamente, la ley frena toda demolición de los edificios comprendidos en la lista de Representativos –casi 3000 piezas–, de los sobrevivientes de los Premios Municipales y de los construidos antes de 1942 en el polígono que Telerman pretendió presentar como Paisaje Cultural ante la Unesco, una zoncera que terminó sirviendo para algo porque al fin y al cabo tenía existencia legal.
La ley crea un procedimiento especial para estos edificios especiales. Básicamente, no se pueden tocar sin un parecer del Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales, un ente que reúne Ejecutivo, Legislativo y organizaciones de arquitectos y que hasta ahora sólo hacía eso, asesorar. A partir de la ley, el CAAP tiene el poder de decir que un edificio no tiene valor patrimonial y permitir demolerlo, o decir que sí lo tiene, lo que automáticamente obliga a comenzar el trámite de catalogación.
A esta ley hay que apoyarla para que sea un éxito, pidiendo catalogaciones a granel y forzando, desde la política, a que el ejecutivo la cumpla. El patrimonio no es cosa de nostálgicos o historiadores, es un valor material palpable, un modelo de negocios que pone el eje en el edificio y no en el terreno. Esto no es ninguna novedad y fue comprobado una y otra vez en ciudades y países del mundo entero, donde muchos ganaron buen dinero y vieron sus propiedades valorizadas gracias a la protección.
Y todo con una calidad de vida mucho mejor que en, por ejemplo, San Pablo, una ciudad donde le dieron piedra libre al negocio a corto plazo y mirá como terminó.

NUEVO TRIUNFO DE LOS VECINOS

Diario PERFIL

Un amparo presentado por los vecinos
Juez frenó la construcción de una torre en Caballito

Se iba a hacer en Pasaje Portugal al 500, un lugar caracterizado por sus casas bajas. La sentencia "preservó la calidad paisajística" e impide al gobierno entregar nuevos permisos.

Un juez ordenó hoy a la ciudad de Buenos Aires suspender la habilitación para construir una torre en el pasaje Portugal al 500, al hacer lugar a un amparo presentado por vecinos, informó el coordinador de la Protocomuna de Caballito, Gustavo Desplats. La medida fue dispuesta por el juez Osvaldo Otheguy, titular del juzgado 8 en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteño. "Que la justicia ordene suspender una habilitación correctamente otorgada y una obra en curso es todo un precedente. Logramos probar que el Código de Planeamiento Urbano es inconstitucional", dijo Desplats. El fallo se refiere a un amparo presentado por los vecinos del barrio de Caballito para detener la construcción de un edificio en el pasaje Portugal, en cercanías del Parque Centenario, caracterizado por casas bajas y en el que se construía un edificio de siete pisos. El reclamo de los vecinos, al que hizo lugar el juez, pedía que el gobierno porteño se abstenga de "autorizar, promover o tolerar la realización de todo trámite, obras o cualquier tipo de acto tendiente a modificar el entorno del pasaje Portugal, en especial sobre el lote ubicado en el 574/76/78".

Desplats destacó que el fallo de Otheguy ordena también "no innovar", es decir, impide al gobierno porteño entregar nuevos permisos de obra, y subrayó que "es la primera vez que una habilitación se suspende, es decir que es nulo lo actuado por la administración".
Agregó que el magistrado en su sentencia "preservó la calidad paisajística" y que la presentación hecha por los vecinos se basó en tratados internacionales que la Argentina reconoce y que están en la Constitución Nacional reformada en 1994.

Fuente: Télam

martes, 18 de diciembre de 2007

FIRME POR NO AL BASURERO EN CIUDAD EVITA

NO AL CEAMSE EN CIUDAD EVITA!!!!
Firmen es importante, hay que evitar que pongan el basural!!!!!!

sábado, 15 de diciembre de 2007

NO A LAS TORRES

Diario LA NACION
La Legislatura no autorizará una torre en el Bajo Belgrano
En terrenos de la embajada de Rusia

El polémico proyecto de ley para permitir la construcción de una torre en una manzana perteneciente a la Federación Rusa en la zona del Bajo Belgrano, barrio residencial de lujosas casas bajas, no será sancionada este año en la Legislatura porteña y perderá estado parlamentario. Esto pudo saber LA NACION de fuentes parlamentarias que integran la "mesa chica" de la cámara, que reúne a los presidentes de bloque y las autoridades del cuerpo con el objetivo de alcanzar el consenso necesario para aprobar las normas. De esta manera, el futuro de la cuestionada iniciativa salió de la órbita de la Comisión de Planeamiento Urbano -en la que había prosperado- y quedó en manos de los principales operadores políticos de la Legislatura. El mensaje transmitido fue claro: cuando ya está finalizando el período de sesiones ordinarias, los diputados quieren evitar un nuevo enfrentamiento con los vecinos, que sospechan de la existencia de un negocio inmobiliario detrás del cambio normativo. Según se dio a entender, el momento del año favorece el plan de los diputados: si el despacho de la Comisión de Planeamiento no queda ratificado antes del 10 de diciembre, pierde estado parlamentario y el texto se remite a una versión anterior, que no incluía la rezonificación de la manzana en cuestión, delimitada por las calles Húsares, Olazábal, Cazadores y Blanco Encalada. El proyecto resulta más amplio, ya que introduce cambios en la zonificación de todo el Bajo Belgrano, un exclusivo rincón porteño enmarcado por La Pampa, Figueroa Alcorta, Monroe y las vías del ferrocarril Mitre. Hoy, está protegido por la categoría U23 (urbanización determinada) del Código de Planeamiento Urbano, que sólo autoriza la construcción de viviendas unifamiliares. Si prosperara la redacción actual del despacho de la Comisión de Planeamiento, que modificó el texto aprobado en primera lectura y sometido a audiencia pública, podría ser construida una torre de 20 pesos en la manzana de la Federación Rusa. Según los vecinos, si aparecieran oficinas y departamentos en alquiler se afectaría el estilo de vida del barrio. Para personal de la embajada Autoridades rusas en la Argentina negaron que existiera tal intención. Explicaron a LA NACION que la idea es "construir un edificio de viviendas para el personal de la embajada". Alexander Schetinin, ministro consejero de la embajada de Rusia, sostuvo: "No tenemos problemas con los vecinos. A nadie le conviene un terreno baldío, y por eso queremos desarrollar un proyecto de inversión con la participación de constructoras locales, lo que a su vez creará nuevos puestos de trabajo para los argentinos". Con la sospecha planteada, los "hombres fuertes" de los bloques mayoritarios de la Legislatura decidieron boicotear la ley; algunos lo admitieron abiertamente, como el jefe del kirchnerismo, Diego Kravetz, y otros fueron más precavidos. "No vamos a acompañar la ley", dijo Kravetz a LA NACION. El jefe del peronismo macrista y futuro vicepresidente primero de la Legislatura, Diego Santilli, respondió: "Estamos a favor del proyecto general, pero en contra de lo planteado para esa manzana". Por su parte, Gabriela Michetti, jefa de la bancada de Compromiso para el Cambio y vicejefa de gobierno electa, consideró que "es un tema delicado que requiere mayor análisis". Desde la Coalición Cívica, el vicepresidente tercero del cuerpo, Alejandro Rabinovich, dijo: "Entiendo que la aprobación será muy difícil". Incluso los mismos diputados que firmaron el polémico despacho dejaron entrever que, si resulta necesario, buscarán un nuevo acuerdo con los vecinos y los otros actores involucrados. Por ejemplo, el kirchnerista Juan Manuel Olmos. "Bajo sospecha no legislo. Voy a pedir el archivo hasta que exista un nuevo consenso con todos los actores. No tengo ningún interés con la embajada; no quiero quedar sometido a esa lógica. Que quede para más adelante", sentenció. El macrista Rodrigo Herrera Bravo, que tendrá a su cargo la Agencia de Turismo que creará Mauricio Macri, también dejó la puerta abierta: "Lo que hicimos fue firmar un despacho consensuado tras larguísimos meses de trabajo con todos los vecinos de la distintas zonas del Bajo Belgrano. Pero pueden aparecer otros que no hayan participado y que se opongan. Vamos a escuchar a todos".
Por Angeles Castro
De la Redacción de LA NACION

DERRUMBE EN TUCUMAN

TUCUMANOTICIAS.COM

Derrumbe en una obra en construcción en el microcentro tucumanoSe produjo un derrumbe en la calle Mendoza al 556 en una obra que se encontraba en construcción. No hubo heridos

En el micro centro tucumano, en Mendoza 556 durante este mediodía se produjo un derrumbe en una obra en etapa de construcción. El incidente se produjo cuando una viga de madera se cayó desde el techo. No hay ningún herido, debido a que los locales estaban desabitados para ser alquilados. Según comento Mario Herrera “ el techo tiene material viejo” y esto puede haber provocado el incidente.

OTRO DERRUMBE

Un obrero murió al derrumbarse una losa en Barracas

La víctima había quedado atrapada entre los escombros en una obra de demolición; hay dos heridos

(DyN).– Un obrero murió al quedar atrapado entre los escombros de una obra de demolición en el barrio porteño de Barracas. Otros dos trabajadores quedaron heridos durante el derrumbe y dos compañeros y fueron trasladados a un hospital Así lo confirmaron voceros de la subsecretaría de Emergencias del Gobierno porteño, que indicaron que el trabajador no fue identificado, pero que se trata de una persona joven. La víctima quedó atrapada luego de derrumbarse una losa en el galpón de la calle Daniel Cerri 1251, que ocupa toda una manzana, ex fábrica Noel. Allí están demoliendo las instalaciones para construir una terminal de ómnibus de la empresa de transportes Plusmar. En las tareas de rescate trabajaron unos 50 bomberos de Barracas y la Boca, así como personal de la Guardia de Emergencias. Según se informó, ya hubo antecedentes hace algunos meses del derrumbe de una pared en el mismo predio, sobre la calle California, aunque sin consecuencias para ninguna persona. Esas versiones fueron confirmadas también por vecinos del barrio. El subcomisario Omar Vacca, de la División Central Alarma de la Policía Federal, expresó que "los perros trabajaron en la zona para detectar el sector donde podía haber una persona, lamentablemente encontramos primero la maza y continuamos hasta llegar al cuerpo". De acuerdo a lo informado oficialmente, la obra se realizaba con autorización legal. Intervino en el hecho la comisaría 30a.

TEATRO EL PICADERO

Diario PAGINA 12, Suplemento M2
demoliciones
Alrededores de El Picadero
El simbólico teatro de la cortada Discépolo iba a ser demolido hasta que un amparo frenó su destrucción. Nadie parece haber recordado que una ley nacional ordena construir un teatro donde se demuela un teatro. Otro caso de inseguridad jurídica para todas las partes.

Por Sergio Kiernan

El Basta de Demoler Santiago Pusso y un nutrido grupo de nombres de la cultura están defendiendo el Teatro del Picadero, célebre en los ochenta como uno de los pocos lugares donde se pudo respirar durante la dictadura. El antiguo garaje de la cortada Rawson –hoy Discépolo pero todavía la única calle curva de la ciudad, de Callao y Lavalle a Riobamba y Corrientes– es ahora parte de un emprendimiento que toma tres lotes, llegando a Corrientes. Para variar, se alzará ahí algo demasiado alto, totalmente comercial y seguramente pesado, ya que lo firmará el arquitecto Alvarez, monomaníacamente especializado en cementos feotes.
El Picadero fue sede de Teatro Abierto, un raro espacio que los militares no pudieron cerrar y que permitió sentir que todavía había vida inteligente en el planeta Argentina de esos años. Tuvo sus bombas, sus amenazas y sus aprietes, pero siguió. Luego, en democracia y con los años, el lugar terminó eventualmente más como estudio de televisión, pero con la sala intacta.
Resulta que hay una ley nacional que permite demoler un teatro sólo a condición de construir otro, en el mismo lugar y en iguales condiciones. Esta norma es federal, aplicable a todo el país, pero además está incorporada a la ley porteña –el mal llamado Código, que es una ley grandota, nada más–. Nada de esto parece haber obstado para que se autorice a demoler el lugar, otra muestra de la pésima gestión del Ministerio de Planeamiento bajo el gobierno supuestamente progresista y honesto de Jorge Telerman. Se trata de un caso de A) estupidez, desgano y simple incompetencia; B) cobardía ante el interés económico de cualquiera que tenga un auto más grande que el tuyo o; C) interés económico del/los que firman los papeles. No hay otra explicación para dar, tan campantes, permiso para algo manifiestamente ilegal.
Otro cantar es defender el valor patrimonial del edificio en sí, ya que no está protegido de ninguna manera gracias a la proverbial inoperancia de las Chicas Superpoderosas –una de las cuales, Nani Arias Incollá, consiguió conchabo en la Secretaría de Cultura de la Nación– que por supuesto nunca se animaron a proteger el patrimonio edificado.
Aun así, la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico Argentino presentó un amparo para que no se demuela El Picadero. El expediente 27907/07 aterrizó en el juzgado 12 de primera instancia contencioso y tributario de la Ciudad. Fue un expediente suertudo, ya que la titular es Alejandra Petrella, una jueza que sabe largamente de patrimonio histórico y que ha dado conferencias y paneles muy informados sobre el tema. La doctora Petrella consideró que “los elementos adjuntados a la causa no resultan suficientes para examinar con profundidad la verosimilitud del derecho invocado”. Pero, con un tino notable, señaló que “las razones invocadas respecto del peligro en la demora resultan suficientes para conceder la medida peticionada”. Esto es, explicó la jueza, porque si uno da vueltas con temas jurídicos o procesales nunca se puede llegar al fondo de la cuestión porque el edificio es demolido y adiós, no hay nada más que tratar. Como escribió Petrella, “de no concederse la cautelar solicitada, la actora –los demandantes– podría ver conculcados sus derechos en forma definitiva y sin la posibilidad de remedio alguno”. Así, la jueza ordenó a la Ciudad que impida la demolición del teatro hasta que se resuelva la cuestión de fondo.
Habrá que ver si hay razones de fondo para que el edificio se salve definitivamente, si va a desaparecer para que alguno se haga algo más rico y si, aunque sea, alguien se acuerda de hacerles cumplir una ley nacional que ordena construir un teatro en reemplazo del teatro demolido. Mientras tanto, seguimos en la inseguridad jurídica que crearon sucesivos gobiernos porteños y que todavía no parece tener solución. Esto se debe a que nadie parece dispuesto a tener el coraje político –la estatura– de definir el tema patrimonial de una buena vez, dándole reglas claras. Las ONG y los vecinos están cada vez más activos y menos dispuestos a dejar hacer y demoler. De hecho, resulta cuestión de tiempo que empiece a haber acciones políticas sobre el tema. Las empresas ya se están acostumbrando a poner cláusulas bizantinas en contratos de compra, cosas como sujetar la operación a que se obtenga permiso para demoler y no haya amparos. Estamos en un limbo, a media agua, donde ni demoledores ni vecinos encuentran satisfacción. Es hora, evidentemente, de que alguien se ponga en estadista y cree un marco regulatorio para toda la ciudad, claro y accionable, que levante estas contradicciones que sólo benefician a los que cobran peajes.

PRESERVACION


Diario PAGINA 12, Suplemento M2



patrimonio
Contra la piqueta


Tucumán 1961, una notable pieza española. La esquina de Sarmiento 1194, lista a ser demolida. Una de las maltratadas fachadas de Carlos Calvo al 1400 y la casi demolida casa de la calle Granaderos. Pedidos urgentes para edificios en peligro.
Siguieron llegando más pedidos de catalogación de lectores, que con muy buen tino dieron prioridad a edificios que están a punto de caramelo para ser demolidos. María de la Fuente, vecina de Constitución, eligió un maltratado conjunto de viviendas en Carlos Calvo al 1400, cuyas fachadas están siendo destruidas ahora mismo con una frivolidad que da ganas de llorar. Una de estas viejas viviendas, la del 1426, fue comprada por el Radio Club para ampliar su sede en algún futuro, pero hasta que llegue ese futuro no se ocuparon de mantener lo que compraron, con lo que el edificio está muy deteriorado. Al lado está el Hotel Minerva, constantemente intervenido sin ton ni son, y sin profesionales habilitados. Para peor, el Minerva es vecino de un edificio que sí está catalogado.
Hugo Pontoriero solicita se catalogue el petit hotel de Lanús y Hary, de hacia 1910, que pena en Marcelo T. de Alvear 762, en muy mal estado. También la residencia creada por el arquitecto Agote en Paraguay 1535.
Marcela Gutiérrez pide la catalogación de esa belleza de Kalnay en Solís 1478/1480 que usamos de ejemplo hace dos semanas. Es una joya que necesita mantenimiento urgente de un arquitecto que tiene varios edificios ya catalogados como tesoros de la ciudad.
Eduardo Diéguez alerta sobre el grave peligro que corre la propiedad de Granaderos 57, en Flores, un barrio al que define acertadamente como zona liberada para las demoliciones. Diéguez solicitó una intervención urgente al gobierno porteño, ya que la hermosa casa está siendo demolida.
El muy activo Mauro Sbarbati envió otra tanda de edificios en el centro, que incluyen algunos notables. Por ejemplo, el bello de Callao y Viamonte, que está listo a demolerse y que habría que salvar y luego exorcizar, ya que por muchos años fue una base de inteligencia militar. También pone el dedo sobre esa fantasía del Art Déco español que todavía campea en Tucumán 1961 y sobre varios petit hoteles muy valiosos en Tucumán 931, Viamonte 641, Sarmiento 1194/1200 y Rodríguez Peña 575/595, éste en inminente peligro de demolición.