lunes, 20 de agosto de 2007

LA MATANZA

AGENCIA NOVA

Ramos Mejía se rebela contra los edificios torres
Los vecinos de esta residencial localidad de La Matanza manifiestan que se pasa por alto el código de edificación que rige en el partido, en referencia a las altas construcciones edilicias que se realizan. Dicen que “colapsará el sistema cloacal, aumentarán las inundaciones y se devaluarán sus propiedades. Los daños serán irreversibles”. El intendente Fernando Espinoza, bien gracias.

LA MATANZA-BUENOS AIRES, Diciembre 19 (Agencia NOVA) La gente de Ramos Mejía se moviliza contra la indiscriminada construcción de edificios en zonas residenciales, que pasan por alto el código de edificación que rige en el partido de La Matanza, y contra el mal funcionamiento de los semáforos de la Avenida Rivadavia y de la Segunda Rivadavia, que han provocado cientos de accidentes en los últimos años sin que nadie controle.

De hecho la falta de efectivos policiales en los cruces de barreras lleva a que se produzcan asaltos y accidentes, y la cantidad de niños que utilizan los pasos a nivel para trasladarse a los clubes de la zona, lo hacen en un gran marco de inseguridad.

También reclaman al intendente local Fernando Espinoza –quien llegó a ese puesto “gracias” a que el jefe comunal democráticamente elegido asumió en el 2005 como presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Alberto Balestrini– y a los concejales la derogación de una ordenanza que desde el 2004 facilita la edificación de torres en barrios tradicionalmente bajos.

Día a día los vecinos se reúnen en el cruce de Avenida de Mayo y Rivadavia, donde despliegan pancartas y reparten volantes alertando que “los irreversibles perjuicios” que ocasionaría la aludida construcción.

“Los edificios de cinco pisos aparecen como hongos porque hace dos años, a pedido de los constructores, el Concejo Deliberante de La Matanza modificó el FOT, la relación entre la superficie del terreno y hasta qué altura se puede construir”, acusa el grupo de vecinos, remarcando también que “donde antes se podían edificar dos plantas, ahora se permite levantar cinco”.

Convencidos, aseguran que esta tendencia “colapsará el sistema cloacal, aumentará las inundaciones y devaluará sus propiedades”.

Alejandro vive en Ramos Mejía, a tres cuadras de Avenida de Mayo, desde hace más de 25 años, y confirma que “en los últimos tiempos se demuelen casas y aparecen nuevos edificios en cada manzana, pero nunca observé que se hayan hecho obras para modificar las cloacas; hay que tener en cuenta que en el espacio donde antes vivía una familia ahora viven veinte”, asegura.

Mónica es del mismo barrio, llegó hace doce años, cuando se mudó con su familia a un departamento de dos ambientes. El año pasado se comenzó a construir un edificio a metros de su casa, “ahora –dice–, el jardín casi nunca tiene sol y cuando se habite no voy a tener ni un poco de intimidad”.

Los vecinos presentaron un petitorio y una junta de firmas ante las autoridades municipales para solicitar una audiencia, y que se anule la ordenanza 13.492 vigente para las construcciones de altura en La Matanza. El reclamo se reitera, pero desde el municipio nadie los recibe.

El intendente Espinoza se llena la boca hablando de "construcciones sustentables", en las que se debe respetar el entorno, la ecología, etc., pero nada hace para parar las edificaciones.

En el Concejo Deliberante, en tanto, plantearon su postura: “Cuando se modificó la ordenanza en el 2004, se hizo para incentivar las inversiones y generar mano de obra, pero sin dudas se podría reconsiderar la situación de algunas zonas ante el reclamo de los vecinos”, señaló una alta fuente del cuerpo deliberativo local.

Por su parte, los vecinos planean concretar nuevas movilizaciones y exigir a la gestión municipal que se encare un rediseño de la planificación urbana de la ciudad.

Los pocos semáforos de la Segunda Rivadavia casi nunca funcionan; las barreras de la zona para cruzar las vías, generalmente se encuentran trabadas, y obligan a cruces suicidas por parte de automovilistas y peatones.

Ramos Mejía le genera a La Matanza más del 70% de la recaudación tributaria del Partido, y los edificios en construcción pululan sin control. (Agencia NOVA)

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