martes, 16 de octubre de 2007

EL NEGOCIO DE LA RURAL

Así quedará el Predio Ferial de Palermo
Diario PERFIL


Telerman envio un proyecto de ley
Polémica: la Rural de Palermo busca edificar


Poco antes de la renovación de sus bancas, la Legislatura porteña acaba de recibir una iniciativa del gobierno local para rezonificar los terrenos que ocupa el predio ferial palermitano. De aprobarse, abrirá las puertas para que en ese espacio tradicional de la Ciudad se construya un imponente edificio de convenciones. Las asociaciones vecinales están en alerta por la nueva embestida inmobiliaria en la Rural, después de que varios intentos anteriores lograron ser frenados. La empresa a cargo del centro de exposiciones, perteneciente al empresario-candidato Francisco De Narváez, explica qué hará.


Por Carlos Romero

La historia es conocida: sobre el final de una gestión, cuando la estructura política vive una “plancha” masiva, algunos polémicos proyectos entran en escena, amortizados en el ocaso de la administración saliente. Algo de eso se dijo cuando Jorge Telerman decidió, por decreto, una suba del impuesto inmobiliario en la Ciudad, que luego tuvo que poner en stand by. Y algo de eso se está diciendo con fuerza de otro sensible plan impulsado por el jefe de Gobierno. En este caso, uno que le vendría como anillo al dedo a una empresa propiedad de Francisco de Narváez, el diputado nacional, candidato a gobernador bonaerense y novísimo aliado de Mauricio Macri.
Se trata de un proyecto de ley que el 2 de agosto pasado llegó a la soñolienta Legislatura porteña. Su fin es modificar el Código de Planeamiento Urbano, pero sólo en lo que respecta al Predio Ferial de Palermo, para cambiar su zonificación y así habilitarlo a nuevos usos regularizando una situación que hace años acumula zozobra. Para La Rural SA, firma que tiene la concesión para explotar el centro de exposiciones de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y cuyo dueño es el grupo que encabeza De Narváez, eso facilitaría la concreción de una serie de ambiciosas obras. En especial, la construcción de un centro de eventos cubierto, con capacidad para 8.000 personas y 1.100 vehículos. También habría nuevos usos para los edificios existentes: disco, fiestas privadas, bar y salón de baile, entre otros. A cambio, la gerenciadora promete poner en valor ciertos edificios, reabrir la calle Darregueyra y eliminar la polución publicitaria sobre Plaza Italia. Reacciones. La propuesta ya fue defendida en la Legislatura por la empresa y la Dirección de Interpretación Urbanística, dependiente del Ministerio de Planificación y Obras Públicas, y causó el repudio de un grupo de entidades vecinales y ambientalistas, que anticiparon a PERFIL que este lunes 15 irán a la Justicia para presentar un recurso de amparo.
Hace dos semanas, ante la Comisión de Planeamiento del Parlamento (donde se trata el proyecto), estas ONG presentaron sus críticas. Hicieron referencia a la falta de un estudio de impacto ambiental incluido en el expediente, así como de un informe de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos, ya que varios edificios del predio tienen ese estatus. PERFIL intentó trasladar el debate a Planeamiento y Obras Públicas, bajo el mando del ministro Juan Pablo Schiavi, pero no obtuvo respuestas. Las polémicas sobre el predio vienen de larga data, acumulan varias causas y una clausura en 2005. “En 1991, el Estado vendió el terreno a la SRA a un precio irrisorio. Se habló de una venta condicionada a que sólo se usase a los fines estatutarios de la sociedad civil, congresos y exposiciones, no los espectáculos con fines de lucro que hacen hoy”, sostiene el abogado Pedro Kesselman, titular de la Asociación Vecinos de Plaza Italia. El arquitecto Osvaldo Guerrica, de Amigos del Lago de Palermo, agrega que “el estadio cubierto sería el más grande de la Ciudad, en una zona muy conflictiva en contaminación auditiva, del aire y congestionamiento”. Para Guerrica, “esto ya es así y con los nuevos usos autorizados, la zona estallará”. Desde La Rural SA responden que buscan “ordenar urbanísticamente el predio” y que cuentan con todos los avales para llevar adelante las obras, incluso si el proyecto de ley no prospera (ver recuadro). Vacas “dance”. Tras adquirir el lugar (con un decreto de Carlos Menem y por sólo 30 millones de pesos), la SRA creó la gerenciadora La Rural SA, que vendería la mitad de sus acciones a Ogden Argentina SA. Ya con Luciano Miguens al frente de la SRA, De Narváez entra en escena primero comprando la parte de Ogden y en abril de 2005, la de la entidad rural, con una concesión hasta 2025. Para el Código de Planeamiento Urbano porteño, las 11 hectáreas del predio están en un área de Urbanización Parque (UP); es decir, “destinada a espacios verdes y parquización de uso público”. En el pasado, esto y el rechazo de los vecinos han trabado muchas de las obras que se pretendían: en 1997, un intento fallido por construir cines y un shopping terminó en un enorme pozo que aún permanece, y en 2001 otros planes similares fueron rechazados por la Comuna.
Vale marcar que el lugar, que hace años organiza ferias multitudinarias, recién obtuvo su habilitación en marzo pasado, según pudo conocer PERFIL. Antes, usaba una habilitación en trámite. Hoy, fuera de las exposiciones, las otras actividades se hacen vía permisos especiales de la Dirección de Habilitaciones y Permisos, en la órbita del ministro de Gobierno Diego Gorgal. En esa cartera informaron que el predio “está habilitado como centro de exposiciones y eventos, con el restaurante como uso complementario”. Otros usos (casamientos, cumpleaños, fiestas empresariales, etc.) requieren autorizaciones ad hoc. Para Osvaldo Sidoli, abogado de Red Verde Ciudadana, que también acompañará la demanda en la Justicia porteña, “la cotidianeidad en el otorgamiento de permisos especiales contradice la esencia misma de ese recurso”. Zona. “En la Rural deberían existir espacios verdes destinados a la recreación de la población”, sostiene el titular de la Asociación de Abogados Ambientalistas, Enrique Matías Viale, y agrega: “Resulta más que claro que las actividades que se hacen no son de exclusiva utilidad pública, y menos que los pabellones construidos o este estadio sean complementarios del espacio verde”. De aprobarse la iniciativa, la zonificación pasaría a ser E4 (Equipamiento Especial) y el predio se habilitaría como “centro nacional e internacional de exposiciones y eventos”, con usos tan diversos como exposición masiva, convenciones, espectáculos públicos y galería de arte. Mientras las ONG se preparan a dar batalla, la firma de De Narváez pronto tendrá competencia: hace un mes, Néstor Kirchner cedió en comodato a la Unión Industrial Argentina un predio de tres hectáreas en Barracas, donde esa entidad planea construir su propio centro de exposiciones.

LA EMPRESA DEFIENDE LA INICIATIVA
“Hicimos encuestas y los vecinos quieren hacer las obras, con el compromiso de no levantar ni cines ni shoppings”, se ataja Rafael Rodríguez Roda, director de Relaciones Institucionales de La Rural S.A., quien además destaca que existen ONG que sí están de acuerdo con su propuesta. La empresa del grupo De Narváez asegura que presentará los estudios de impacto ambiental correspondientes, y sostiene las bondades económicas y de seguridad que el proyecto traería al barrio. Para Roda, la propuesta del Ejecutivo busca “ordenar urbanísticamente el predio, reconociendo la zonificación que mejor se ajusta al destino que históricamente se le asignó”. Aclara que ya hoy están en regla y que las obras completarían la oferta del predio: “La Ciudad no posee un centro de eventos para competir a nivel mundial y albergar congresos internacionales”. Agrega que los congresos y convenciones son una “industria limpia” y lucrativa para la Comuna. Sobre los recitales, algo que preocupa a los vecinos por los ruidos, repite que no es el uso que tienen en mente y tampoco cree que sea “rentable” para ese fin.
Las ONG que se oponen sostienen que podría ser una tentación en el futuro, por la capacidad y ubicación del estadio planeado. Sobre la rezonificación, Roda sostiene que el proyecto (que fue concursado y ganado por la Sociedad Central de Arquitectos) puede llevarse adelante aunque la ley no avance. “Con la zonificación actual podemos hacerlo. Por ejemplo, la Facultad de Abogacía es UP también. No dependemos ciento por ciento de eso para avanzar, pero igual queremos ser ordenados”, concluye.

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