sábado, 15 de diciembre de 2007

NO A LAS TORRES

Diario LA NACION
La Legislatura no autorizará una torre en el Bajo Belgrano
En terrenos de la embajada de Rusia

El polémico proyecto de ley para permitir la construcción de una torre en una manzana perteneciente a la Federación Rusa en la zona del Bajo Belgrano, barrio residencial de lujosas casas bajas, no será sancionada este año en la Legislatura porteña y perderá estado parlamentario. Esto pudo saber LA NACION de fuentes parlamentarias que integran la "mesa chica" de la cámara, que reúne a los presidentes de bloque y las autoridades del cuerpo con el objetivo de alcanzar el consenso necesario para aprobar las normas. De esta manera, el futuro de la cuestionada iniciativa salió de la órbita de la Comisión de Planeamiento Urbano -en la que había prosperado- y quedó en manos de los principales operadores políticos de la Legislatura. El mensaje transmitido fue claro: cuando ya está finalizando el período de sesiones ordinarias, los diputados quieren evitar un nuevo enfrentamiento con los vecinos, que sospechan de la existencia de un negocio inmobiliario detrás del cambio normativo. Según se dio a entender, el momento del año favorece el plan de los diputados: si el despacho de la Comisión de Planeamiento no queda ratificado antes del 10 de diciembre, pierde estado parlamentario y el texto se remite a una versión anterior, que no incluía la rezonificación de la manzana en cuestión, delimitada por las calles Húsares, Olazábal, Cazadores y Blanco Encalada. El proyecto resulta más amplio, ya que introduce cambios en la zonificación de todo el Bajo Belgrano, un exclusivo rincón porteño enmarcado por La Pampa, Figueroa Alcorta, Monroe y las vías del ferrocarril Mitre. Hoy, está protegido por la categoría U23 (urbanización determinada) del Código de Planeamiento Urbano, que sólo autoriza la construcción de viviendas unifamiliares. Si prosperara la redacción actual del despacho de la Comisión de Planeamiento, que modificó el texto aprobado en primera lectura y sometido a audiencia pública, podría ser construida una torre de 20 pesos en la manzana de la Federación Rusa. Según los vecinos, si aparecieran oficinas y departamentos en alquiler se afectaría el estilo de vida del barrio. Para personal de la embajada Autoridades rusas en la Argentina negaron que existiera tal intención. Explicaron a LA NACION que la idea es "construir un edificio de viviendas para el personal de la embajada". Alexander Schetinin, ministro consejero de la embajada de Rusia, sostuvo: "No tenemos problemas con los vecinos. A nadie le conviene un terreno baldío, y por eso queremos desarrollar un proyecto de inversión con la participación de constructoras locales, lo que a su vez creará nuevos puestos de trabajo para los argentinos". Con la sospecha planteada, los "hombres fuertes" de los bloques mayoritarios de la Legislatura decidieron boicotear la ley; algunos lo admitieron abiertamente, como el jefe del kirchnerismo, Diego Kravetz, y otros fueron más precavidos. "No vamos a acompañar la ley", dijo Kravetz a LA NACION. El jefe del peronismo macrista y futuro vicepresidente primero de la Legislatura, Diego Santilli, respondió: "Estamos a favor del proyecto general, pero en contra de lo planteado para esa manzana". Por su parte, Gabriela Michetti, jefa de la bancada de Compromiso para el Cambio y vicejefa de gobierno electa, consideró que "es un tema delicado que requiere mayor análisis". Desde la Coalición Cívica, el vicepresidente tercero del cuerpo, Alejandro Rabinovich, dijo: "Entiendo que la aprobación será muy difícil". Incluso los mismos diputados que firmaron el polémico despacho dejaron entrever que, si resulta necesario, buscarán un nuevo acuerdo con los vecinos y los otros actores involucrados. Por ejemplo, el kirchnerista Juan Manuel Olmos. "Bajo sospecha no legislo. Voy a pedir el archivo hasta que exista un nuevo consenso con todos los actores. No tengo ningún interés con la embajada; no quiero quedar sometido a esa lógica. Que quede para más adelante", sentenció. El macrista Rodrigo Herrera Bravo, que tendrá a su cargo la Agencia de Turismo que creará Mauricio Macri, también dejó la puerta abierta: "Lo que hicimos fue firmar un despacho consensuado tras larguísimos meses de trabajo con todos los vecinos de la distintas zonas del Bajo Belgrano. Pero pueden aparecer otros que no hayan participado y que se opongan. Vamos a escuchar a todos".
Por Angeles Castro
De la Redacción de LA NACION

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